10 febrero, 2012

Lo que aprendí estos últimos días es que cada persona es totalmente diferente y por esa razón muchas veces no podemos entender a la otra y nos enojamos porque no piensan como uno mismo, que no hace lo que uno haría, o no llevaría un momento como lo haría otro. Eso es totalmente lo que me pasaba a mi, cada uno tiene una forma de vivir, de ser feliz, de absolutamente todo. Pero nos enojamos porque muchas veces esperamos demasiado de la otra persona, por cualquier cosa.  
   Esto supongo que dejaría el mensaje de conocer antes de hablar, o eso es lo que trata. Por el hecho de que cada persona es un mundo (literalmente) a veces nos dejamos llevar por lo superior, como por ejemplo, uno siempre prejuzga a esas chicas que se manejan con soberbia, pero lo que no tenemos en cuenta es que capaz esa es la forma en la que se sienten bien consigo mismas y la razón por la que pueden sonreír todo los días, que moleste a las personas de su circulo social ya es otra cosa, pero siempre pensé que si algo nos molesta lo mejor es ignorarlo e inclinarse en uno mismo, así es una forma en la que todos somos felices sin tener como medio las criticas y la falsedad.
   Me declaro culpable de que si alguna vez critique a alguien por lo que sea o no entendí que todos somos diferentes, pero con 13 años de edad tomo consciencia de que estuvo mal, y en el día de hoy trato de no llevarme por ese camino. No soy perfecta y cometo errores como cualquiera, pero precisamente esto, es lo que quiero cambiar, por bien propio.